Por Antonia Salinas
El expresidente perteneciente a la extrema derecha es acusado de intentar un golpe de Estado para revocar su pérdida ante las elecciones. El juicio, sin precedentes, podría cambiar el rumbo político del país.

Jair Messias Bolsonaro, militar retirado y presidente de Brasil desde 2019 hasta 2022, enfrenta una fuerte denuncia judicial debido a su presunta participación en un intento de golpe de Estado. Según la acusación, el exmandatario habría realizado un plan con altos mandos militares y para desconocer y revocar los resultados electorales y evitar la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva, quien lo venció en las elecciones del 2022.
El proceso, ha significado atención a nivel mundial debido a la gravedad de los cargos: conspiración, tentativa de destrucción del orden democrático. Estos delitos nunca se habían presentado frente a un militar de alto rango, ni mucho menos ante un presidente de la república.
Durante las últimas semanas, miles de habitantes del país se han presentado en las calles a protestar y apelar a la defensa de la patria. Ciudades como Río de Janeiro y São Paulo han sido testigos de la gran polarización que se vive en el país sudamericano.
La defensa del ex mandatario niega cualquier tipo de acusación e intento de derrocar el nuevo mandato, argumentando que Bolsonaro reconoce como legítima la victoria de Lula, aunque con críticas y dudas ante la misma y el sistema electoral. Sin embargo, material filtrado que incluye reuniones, testimonios y documentos demostrarían lo contrario.
De ser declarado culpable, el ex mandatario, además de ser inhabilitado políticamente, podría ser condenado a una pena de hasta 43 años. El proceso penal mantiene a toda la comunidad brasileña pendiente ante un caso nunca antes visto.

Problemas de salud y estrategias judiciales
A días de establecerse un veredicto, Bolsonaro ha solicitado permiso para ser atendido en un centro de salud del área privada, debido a malas condiciones físicas. Muchos sectores acusan una estrategia para aplazar el proceso, evitando su condena.
La corte aún se encuentra deliberando la respuesta de está petición, debido a lo que podría suponer en caso de ser aceptada. El movimiento en apoyo del acusado, catalogado como bolsonarismo, acusa esto de injusticia, exigiendo parcialidad.
Mientras esto sucede, el congreso brasileño se encuentra evaluando una ley que podría suponer la absolución de todos los miembros envueltos en el atentado, lo que esta siendo tajantemente condenado por organizaciones de derechos humanos a lo largo del continente y del mundo.






